En mí artículo del 6 de Abril del 2011, Barça vs Shakthar, donde daba mi punto de vista en relación al comportamiento de Guardiola en el que podia ver su dominio en relación al Autocontrol y el manejo de emociones para el control de la euforia de masas, quiero compartir con todos, el análisis que hace el diario Sport, hoy 15 de Abril ,en relación a la Batalla Psicológica y el control de las emociones.
Otra cosa que me gustaría expresar es que independientemente de que sea el Barça o no, aqui lo importante es que estamos viendo con un ejemplo palpable lo que se puede llegar a conseguir con el dominio de herramientas como : vivir consciente, ejercicios de relajación, oración, autocontrol, práctica de la paciencia, trabajo en equipo, humildad, generosidad, análisis, lectura, muchas horas de trabajo, esfuerzo, pasión.
Yo me quedo con estos valores, indiferente si ganen o pierdan los próximos partidos, ya son ganadores, primero porque sabrán gestionar mejor una derrota o una victoria y porque han sabido transmitir su filosofía a las masas.
A continuación transcribo información publicada en el diario Sport hoy 15 de abril del 2011
Hablan tres especialistas en psicología deportiva
El Barça gana la primera batalla psicológica
En la preparación mental de los clásicos, el equipo blaugrana juega con la ventaja de sus últimos resultadosJavier Giraldo | 15.04.2011 | 04:05h
¿Pero cuál es la receta para preparar los partidos desde el plano psicológico? Según Pep Marí, responsable del departamento de Psicología del CAR de Sant Cugat, lo mejor es tratarlo con plena normalidad. La naturalidad es la clave. "Me da mucho miedo la palabra 'especial' porque es la mejor manera de complicarse la vida", dice, "siempre le digo a mis deportistas que no establezcan categorías de importancia en sus competiciones. Lo mejor es seguir como siempre, no cambiar nada, no enviar el mensaje de que tienes que retocar cosas porque es casi como admitir que lo hecho hasta ahora no sirve".
Guardiola y Mourinho tienen por delante un apasionante reto deportivo, pero también un intenso pulso psicológico. Ver cómo lo gestionan es uno de los grandes alicientes de los clásicos. "Ambos tienen que corregir y sorprender, y de ese equilibrio dependerá en buena medida su éxito: corregir para no quedarse parado, retocar los errores, y sorprender porque se conocen tan bien, y van a jugar tantos partidos uno frente a otro, que será muy difícil sorprender al rival".
En partidos así, un silencio del entrenador puede servir mucho más que un discurso de alto voltaje. Marí recuerda un ejemplo: "en la final de Champions de 2005, el Liverpool perdía 3-0 al descanso. Los jugadores del Milan ya descorchaban botellas de champán en el vestuario durante el descanso, y las paredes eran tan finas que su fiesta se escuchaba perfectamente en el vestuario del Liverpool. Rafa Benítez guardó silencio, dejó que sus jugadores escuchasen cómo el Milan ya cantaba la victoria y simplemente les dijo, ¿vais a dejar que os humillen así?".
Carlos Marcos, psicólogo y 'coach' de la consultora Omneom, apunta un concepto que puede marcar los clásicos, "la creencia limitante, es decir, el hecho de pensar que porque no has ganado a tu rival en los últimos partidos, nunca le podrás ganar". Existe otro factor diferencial: "el Barça tiene muchos jugadores de la cantera, que han mamado los valores del club desde muy pequeños y saben que ganarle al Madrid tiene un plus".
Cuatro partidos tan grandes invitan también a inyectar motivación a través de vídeos o charlas especiales, pero no siempre es lo más adecuado. "Lo de los vídeos tipo 'Gladiator' en la final de Roma sólo lo haría de manera puntual", especifica Carrascosa, "para no caer en el riesgo de perder el valor motivacional". Marcos, en cambio, cree que puede ayudar a que los jugadores "visualicen la victoria y ver momentos épicos, aunque no tengan que ver con el fútbol. Incoscientemente, no viene mal que los jugadores se impregnen de esas sensaciones y ganen en fuerza mental".
Preparar cuatro Madrid-Barça de golpe esconde un riesgo, el de la saturación para los jugadores. "Pero ellos no caerán en ese estrés", remarca Carrascosa, "porque son conscientes de que el fútbol es un espectáculo y saben convivir con esto, saben abstraerse cuando lo necesitan. En caso contrario, sí que puede existir un riesgo de extramotivación que puede ir en contra del rendimiento óptimo de los futbolistas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario