Hace ya muchos muchos años, vivimos una época muy difícil, de cambios en todo el mundo, debido a una enfermedad que no me gusta mencionar su nombre, porque dicen mis registros, que repetir el nombre de un muerto es traerlo a la vida, por lo tanto, no quiero repetir el nombre de ese muerto que asoló nuestro planeta, pero para bien o para mal, nos hizo cambiar........
Pero como era Sant Jordi, no había peste que pudiera con él, y en lugar de salir a comprar libros y rosas como era costumbre con mis amigos, nos pusimos a conversar, eran las 5 de la tarde, estábamos en el salón, nos acompañaba una sabrosa taza de café con galletitas y empezamos a conversar y fue mejor porque obtuve mucha sabiduría de ellos, ellos eran mayores a mi , algunas casi me doblaban la edad, pero con todo lo que compartimos aquel día, me ayudó para saber cómo vivir mejor mientras llegaba mi vejez .
Les pregunté a dos de mis amigas
1)Cuál es el significado de la vida para ti?
2)Qué regalo le pedirías a la vida?
Julieta G( 92 )
1)Haber pasado por la vida haciendo el bien y ayudando a los demás
2)Estoy ya en la vejez y le pido al señor que me de paciencia, humildad y fe para mi encuentro con el .
Inés J. (90)
1)Lo importante es la convivencia , en casa y afuera, haber tenido trabajo y salud.
2)Tener pareja, una familia y un trabajo.
Luego fue el turno de Juan(88), él tenia mucha prisa, pero antes de que marchara como cada jueves con su mujer Carmencita, hacer la primitiva, nos contó asi rapidito, sobre unos cuentos que había escrito motivado por su confinamiento , y aburrimiento, me hizo un guiño de ojos ... esto fue lo que nos contó :
“El Pastor y su hijo”
Yo vivía en un pueblo escondido entre montañas. Allí todos éramos
pastores y labrábamos el campo. El vecino que podía tener una burra para
transportar sus cosas, se podía sentir afortunado. Uno de estos vecinos vivía
el mayor tiempo del año en un cortijo que tenían en la Sierra, vivía con su
padre, que era la única familia que tenía. El padre ya era muy mayor y
necesitaba cada vez más cuidados y más
ayuda de la que podía ofrecerle su hijo.
Un día vino a visitarlos un amigo que vivía en la Capital, al
verlos en aquella situación, les recomendó
que probablemente viviría mejor su padre en una Residencia, después de
pensárselo mucho el hijo, decidió llevar a su padre a la Residencia de la Capital, y él quedarse en el pueblo tratando de ganar
más para pagar la Residencia, ya camino a la Residencia, en el trayecto que era
largo, se detuvieron para descansar,
sentados en una piña que había en el
camino el padre de pronto se puso a llorar con gran desconsuelo, el hijo le preguntó,
por qué lloras padre y éste le contesta llorando con pena, que en ese
mismo lugar, años atrás, se sentaron a descansar él con su padre, yo también llevé a la residencia a tu abuelo,
es decir, a mi padre.
Al hombre le dio tanto dolor ver llorar a su padre que le
dijo, padre volvamos a casa y allí morirás el dia que tengas que morir y asi
fue al poco tiempo murió el padre y al poco también el hijo.
Esto es todo lo que sé
de estos vecinos que tuve en aquel pueblo de la Sierra.
En aquellos tiempos yo cuidaba cabras, ovejas y lo que mandaran mis amos porque yo era el
mozo de la casa.
*El que
tiene oídos, oiga, y el que tiene
corazón, sienta.
Arri Pauleta
Arri, Pauleta, obre la porta,
que vengo ebrio i mort de son,
y en traigo un frío que me las pelo
y tengo miedo de estar tot sol.
Arri, tronero, más que perdido,
¿Dónde has estado toda la nit?
Si esperas que baje a abrirte
seras a fora toda la nit.
Si tú no quieres baixar a obrir-me,
tira la llave por el balcón.
Porque si no voy a morir-me,
voy a morir-me sin remisión.
Ni menos te escucho, ni menos te
oigo,
se está muy caliente dentro del llit
y si t'esperes que baixi a obrir-te,
pasarás fuera tota la nit.
Pitos i flautes, bombes i trastos,
per més que em bramis tu no em fas
por,
que encara em queden sis o set euros
per anar a la taberna a fer el
ressopó.
El tronero
es el amante de la Pauleta, y le gustaba ir a la tarberna de la Asunción,
porque dicen que su vino es el mejor, ya que ni es blanco, ni es tinto, ni
tiene color. En la taberna se lo pasa tan bien que perdía la noción del tiempo,
hasta el punto que cada día llega más tarde a casa, y bien alegre bajo los
efectos del vino de la Asunción.
La Pauleta,
viendo que su amante no la tenía en cuenta, decidió no abrirle la puerta al
tronero cuando venía a altas horas de la noche, por mucho que su amante le
rogase, para darle una lección.
Escarabajitos (Cosas del campo)
En una
escalera vivían tres escarabajos; en el primer tranco vivía el escarabajo negro,
en el segundo, la escarabaja verde, y en el tercero, el escarabajo pelotero.
La
escarabaja y el escarabajo negro quería mudarse e ir a buscar otro sitio para
vivir, pero cuando fue a buscarla ya se había ido con el escarabajo pelotero,
que le prometió que le enseñaría a hacer pelotas. En el prado al que iban
tenían suficiente material por las vacas que pastaban allí.
El
escarabajo negro aún maldice por haber llegado tarde, ya que después de tres
meses sigue solo en su escalera, por no haber aprovechado la oportunidad.
Mientras
tanto, el pelotero y la escarabaja van llenando todo el prado de escarabajitos
peloteros.
Comentario: Juan y Carmencita se dieron cuenta que no podían salir hacer su primitiva, cosas de los hábitos,
Eran las 6 de la tarde, una de mis mejores amigas, que por cierto una vez ganó un premio a Mujer Lectora, su nombre es Merche(97), otro dia contaré esa historia, estaba impaciente por hablar, una vez se marchó Juan, ella tomó la palabra, como es su costumbre, nos cuenta historias fantásticas que vivió en su juventud, y las recuerda tan nitidamente, y de manera entretenida, que te dan ganas de seguir escuchándola más y más, esto fue lo que nos contó, "sucedió en
Arenys de Mar"
Merche nacida en Manresa , pero vivió muchos años en Areyns
de Mar, pequeño pueblo de la Costa Brava catalana, los motivos que la llevaron
hasta ahí, otro día los contaré, pero ahora compartiré una linda historia,
relatada por Merche.
La historia sucede en Arenys de Mar, eran dos jóvenes(chico y
chica) se enamoraron, ella era de muy buena familia, y él era pobre, por lo que
los padres de ésta le prohibieron verlo. El joven en aquella época se fue a
buscar fortuna a las Américas(Cuba), durante todo el tiempo que él estuvo en
Cuba, le enviaba cartas a la joven, pero ella no las recibía, porque sus padres
no se las entregaban a su hija.
Y así pasó el tiempo, la joven(chica) enfermó, y murió. Para
esto el muchacho que estaba en Cuba, hizo fortuna, y regresó al pueblo de
Arenys para presentarse antes los padres de su enamorada, pensando que esta vez
sí lo aceptarían, "ya era rico", pero cuál fue su sorpresa, la joven
había fallecido.
Los residentes de Arenys que se fueron hacer fortuna a las
Américas, tenían por costumbre, hacerse mausoleos, Merche me cuenta que es
bonito el cementerio, no da ningún miedo, es un paseo cerca del mar.
Este joven cogió un pedazo de tierra ( en aquella época no se
tenían en propiedad legal los espacios para las tumbas), e hizo una figura de
la chica con su nombre "Emilia", y grabado al pie decía : De tu amigo
de la infancia.
* Cada día había una rosa al pie de su figura.
En esta "tumba" no estaba el cuerpo de ella, porque
los padres de ésta la tenían enterrada en otro lugar.
Con el paso de los años, aunque no tuviese propietario legal
la tumba , las autoridades la respetaron, tanto que al final trasladaron el
cuerpo de la chica a la tumba construida por su novio.
Esta es una anécdota que vivi con Merche y comparti con el grupo, a mi me parece interesante, porque en ella demuestro lo que es Merche, una ¡ gran lectora!
Una mañana con Merche
Fui a visitar a Merche, llevé mi nuevo libro La
Aventura, como quien lleva un juguete para compartir(me lo habia entregado la Biblioteca).
Queria compartirlo con ella, porque en él, escribe uno de mis
autores favoritos, Javier Cacho.
Abri el libro en la página 115 y empecé a leer, y con
delicadeza tomó Merche el libro y observó primero su carátula, me comentó qué
bonito ese dibujo!!!, le dije si, es de un gran dibujante, escultor, director
de cine, Fernando González Sitges, y empezó a leer la parte de Javier Cacho,su
forma de leer es como quien está haciendo algo sagrado, en una sola página hizo
tres reflexiones.
Hoy he aprendido mucho y como ella me dijo, quiero
comunicarlo sin ninguna intención egoísta, sino por esa necesidad de compartir.
En nuestro grupo había otra pareja de tortolitos, ellos son Clara(96) y Jorge(90), Clara es tan expresiva, vital, sus ojos le brillan cuando habla, sus manos las mueve con arte para expresarse, es una artista, ya se lo dijo un dia, nuestra amiga la Doctora, TU ERES EL ARTE! y comienza Clara :
1- Siendo jóvenes, antes de tener hijos, Clara y Jorge fueron de viaje a París. Tras varios días allí, se dieron cuenta de que no
tenían suficiente dinero para pagar el hotel, así que sólo les quedaba una
opción: Clara se quedó en el hotel, y Jorge, con el dinero que les quedaba,
volvió a Barcelona para pedir el dinero suficiente para regresar y pagar el
alojamiento.
En ese momento no fue algo agradable, pero con el paso de los
años lo recuerdan divertidos, como cosas que sólo pueden pasar cuando se es
joven.
2- Cuando Clara era joven, algunas veces la confundían con
la Duquesa de Alba. Ella dice que cree que no era algo físico, sino de actitud
y postura; de hecho, en Barcelona, la paró por la calle una mujer que había
sido trabajadora en casa de la Duquesa, confundiéndola con ella.
Pero lo más divertido sucedió en un hotel, durante la
celebración de una boda a la que habían sido invitados Clara y Jorge. Estando
en el recibidor, apareció, bajando por las escaleras, el cantante Raphael, y se
dirigió directo a ella. Clara, que ya se había dado cuenta de la confusión con
la Duquesa, al tenerlo enfrente le dijo:
− Creo que se
está equivocando de persona.
Él le preguntó extrañado, y una vez aclarado el malentendido,
Clara le volvió a decir:
− Qué pasa, que
como no soy la Duquesa, ¿no vas a darme un beso?
Raphael, rodeado de periodistas, saludó a Clara con un beso.
Jorge se ríe todavía más que Clara cuando ella lo cuenta, y
seguro que el cantante también contó esta anécdota más de una vez.
Maruja F,(92) fue la última en compartir con el grupo, suele hablar despacio, prefiere expresarse en catalán, también le gusta hablar mucho con las manos, de una fantástica agilidad mental, y escucha atenta, gran costurera, una vez me arregló dos vestidos y me quedaron perfectos, bueno, aquella tarde de Sant Jordi, compartió con nosotros muy celosamente pero también con mucha ilusión, una dedicatoria a su fallecido marido Pepito.
Ya se hacia tarde, eran cerca de las 7 , nos abrazamos y despedimos, con gran satisfacción de haber salvado Sant Jordi, sólo deseo que nos volvamos a juntar para volver a compartir tan agradables historias, y si no es en esta vida, en la siguiente, seguro que si.
Feliz Sant Jordi
Con amor,
Maria Helena
Nota: los nombres los he cambiado, los relatos son reales. Mi agradecimiento a David,por su inestimable ayuda para hacer posible este contenido.