miércoles, 29 de abril de 2020

Dónde te encontraré?



Siempre me recuerdo de tu forma (para mi) diferente y especial de meditar,
eras mi maestra...
Me dijistes, yo hablo con mis fallecidos cada noche, esa es mi oración.
Ahora puedo empezar a entenderte y a practicarlo....

Tu forma serena, y dulce de ser, sin embargo eso no te limitaba para 
expresarte abiertamente de lo que no te gustaba o te gustaba tambièn.

Me regalastes la amistad maravillosa de tu hija,
yo me sentia o pretendia ser una partecita de ella, cuando estaba contigo,
me preocupaba de ti, como si ella estuviera observándonos.

Te quiero Enriqueta, gracias mi maestra.

Luz para tu alma, 

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