domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Tú cerebro, corazón y estómago, qué dicen?

Tú Cerebro, corazón y estómago responden

 

La fuente de sensación visceral

La capacidad de percibir este tipo de sensaciones subjetivas tiene un origen evolutivo. Las regiones cerebrales implicadas en las sensaciones viscerales son mucho más antiguas que las delgadas capas del neo córtex, el centro del pensamiento racional que se halla situado en la parte superior del cerebro. Los presentimientos, por su parte, se asientan en una región mucho más profunda, en los centros emocionales que rodean el tallo cerebral y, más en particular, en la anatomía y ramificaciones nerviosas de una estructura en forma de almendra denominada amígdala. Esta red de conexiones a la que a veces se la conoce con el nombre de amígdala extendida llega hasta el centro ejecutivo del cerebro situado en los lóbulos pre frontal.


El cerebro almacena los diferentes aspectos de una experiencia en distintas regiones cerebrales (la fuente de la memoria esta codificada en una zona, las imágenes en otra, los sonidos en una tercera etc.) y la amígdala, por su parte, es el lugar en el que se almacenan las emociones que nos suscita una determinada experiencia. De este modo, toda experiencia que haya despertado en nosotros una determinada reacción emocional por más sutil que esta sea parece quedar codificada en la amígdala.

"La solidez y durabilidad de un recuerdo están relacionadas con las circunstancias emocionales en las que se ha adquirido" (Joaquin Fuster -Redes- El alma esta en el cerebro).


Así pues, en tanto que almacén de todos los sentimientos ligados a nuestras experiencias, la amígdala nos bombardea de continuo con este tipo de información, de modo que, siempre que aparezca alguna preferencia ya sea la de pedir risotto en lugar de lubina o la sensación de que debemos renunciar a participar en un negocio, nos hallamos invariablemente ante un mensaje de la amígdala. Del mismo modo, los circuitos nerviosos ligados a la amígdala especialmente los nervios conectados con las vísceras nos proporcionan una respuesta somática una sensación visceral de la decisión que debemos tomar.

Como ocurre con el resto de elementos de la inteligencia emocional, esta capacidad va consolidándose a medida que acumulamos nuevas experiencias. Como decía un empresario de éxito que participaba en una investigación realizada en la Universidad de California del Sur: “Hay personas que tienen esa sensación cenestésica... Y creo que los jóvenes tienen menos intuiciones que los adultos debido a su menor acumulo de experiencias… Es como si su estómago les dijera algo y se produjese una reacción química en el cuerpo, espoleada por la mente, que tensase los músculos de la región abdominal, como si su estómago dijera: “ Hummmm, esto no me parece bien”.

La expresión clásicamente utilizada para referirse a este tipo de sensibilidad que nos orienta es la de sabiduría y como podremos comprobar, la gente que ignora o desdeña los mensajes procedentes de este almacén vital suele terminar lamentándolo. Fuente: Daniel Goleman La práctica de la Inteligencia Emocional


Pensamiento y sentimiento

Esta sensación acerca de lo que es correcto y de lo que es incorrecto, una sensación, por otra parte, arraigada en lo más profundo de nuestro cuerpo forma parte del continuo trasfondo de sentimientos que impregnan nuestra vida. Porque, del mismo modo que hay una corriente continua de sentimientos. La noción de que existe un pensamiento puro, es decir una racionalidad ajena a los sentimientos, no es más que una ficción, una ilusión basada en nuestra falta de atención hacia los estados de ánimo sutiles que nos acompañan a lo largo de toda la jornada. El pensamiento y el sentimiento se hallan inextricablemente unidos y, en consecuencia, albergamos sentimientos sobre todo lo que hacemos, pensamos, imaginamos o recordamos.

Pero aunque este sustrato emocional sea muy sutil, no debemos concluir por ello que carece de importancia. Con ello no estoy diciendo, obviamente, que debamos sopesar los hechos atendiendo exclusivamente a los sentimientos, sino tan solo que debemos tenerlos en cuenta. La conexión con nuestros sentimientos nos proporciona una información esencial que puede resultar vital para navegar adecuadamente a través de la vida. Esta sensación de corrección o incorrección es capaz de indicarnos si lo que estamos haciendo se ajusta o no a nuestras preferencias, a los valores que nos guían y a nuestra sabiduría vital. Fuente: Daniel Goleman La práctica de la Inteligencia Emocional


El poder de la intuición: los primeros treinta segundos

Las personas encargadas de conceder créditos deben ser capaces de percibir si algo no funciona adecuadamente a pesar de que las cifras que manejen parezcan absolutamente correctas, los ejecutivos, por su parte, tienen que decidir si un nuevo producto merece la inversión de tiempo y de dinero que parece requerir, hay quienes se ven obligados a decidir entre los posibles candidatos a un puesto de trabajo, seleccionando a aquellos que parezcan más compatibles para integrar un determinado equipo. En cualquiera de estos casos, la decisión deberá tener en cuenta la sensación intuitiva de lo que es adecuado y lo que no lo es.


De hecho, entre los tres mil ejecutivos que participaron en un estudio sobre el proceso de toma de decisiones, quienes se hallaban en los niveles más elevados eran también los que más se servían de la intuición para adoptar una decisión. Como dijo un empresario de éxito: una decisión intuitiva no es más que un análisis lógico efectuado a nivel inconsciente… en el que , de algún modo, el cerebro calibra todas las posibilidades hasta dar con una decisión ponderada que nos permite determinar la acción más correcta.

En el entorno laboral, la intuición desempeña un papel fundamental. En este sentido, Bjorn Johansson, director de una empresa especializada en conectar a ejecutivos del más alto nivel con empresas multinacionales, me decía: Este negocio es intuición desde la a hasta la zeta. Primero tenemos que evaluar la química de una empresa, sopesar las expectativas y cualidades personales de los directores generales, el clima interpersonal que fomenta y la política de la organización. Tenemos que comprender como funcionan los diferentes equipos de trabajo y como se relacionan entre sí, porque cada empresa posee lo que podríamos definir como un aroma característico, una cualidad distintiva que es posible llegar a percibir.

Una vez que Johansson identifica este aroma, procede a valorar a los posibles candidatos. Y la decisión final es francamente intuitiva. “A los 30 segundos del inicio de la entrevista, se si la química del candidato se ajusta a la de mi cliente. Obviamente, también debo tener en cuenta su carrera profesional, sus referencias y otras cuestiones similares. Pero el hecho es que, si no franquea la primera barrera impuesta por la sensación intuitiva, no me preocupo en seguir adelante pero, por el contrario, si mi cerebro, mi corazón y mi estómago me dicen que esa es la persona adecuada, es a ella a quien acabare recomendando.


Y todo esto se ajusta perfectamente a las conclusiones de las investigaciones realizadas en Harvard, según las cuales las personas pueden experimentar intuitivamente, en los primeros treinta segundos de un encuentro, la impresión básica que tendrán a los quince minutos… o al cabo de medio año. Cuando la gente, por ejemplo, contemplaba fragmentos de solo treinta segundos de duración de conferencias de diferentes profesores, eran capaces de evaluar su destreza con una exactitud aproximada del 80%.

Esta sensibilidad intuitiva instantánea podría ser el vestigio de un primitivo y esencial sistema de alarma cuya función consistía en advertirnos del peligro y que sigue perviviendo actualmente en sentimientos tales como la aprensión. En opinión de Gavin de Becker, especialista en sistemas de protección de personajes famosos, la aprensión es el “legado del miedo”, una especie de radas que nos permite localizar el peligro advirtiéndonos, a través de una sensación primordial, de que algo “no funciona adecuadamente”.

La intuición y las sensaciones viscerales constituyen un índice de nuestra capacidad para captar los mensajes procedentes del almacén interno de recuerdos emocionales, nuestro patrimonio personal de sabiduría y sensatez, una habilidad que se asienta en la conciencia de uno mismo, una facultad clave en tres competencias emocionales:

Conciencia emocional: la capacidad de reconocer el modo en que nuestras emociones afectan a nuestras acciones y la capacidad de utilizar nuestros valores como guía en el proceso de toma de decisiones.


Valoración adecuada de uno mismo: el reconocimiento sincero de nuestros puntos fuertes y de nuestras debilidades, la visión clara de los puntos que debemos fortalecer y la capacidad de aprender de la experiencia.

Confianza en uno mismo. El coraje que se deriva de la certeza en nuestras capacidades, valores y objetivos. Fuente: Daniel Goleman La práctica de la Inteligencia Emocional.


Escuchar al Corazón





No ser lo que todos te dicen que tienes que ser. No tiene ningún sentido obligar hacer a la gente hacer algo solo para que encaje y sea como el resto.

Henry David Thoreau dijo: Si avanza usted con seguridad en la dirección de sus sueños, si intenta vivir la vida que ha imaginado dará con un éxito inesperado en tiempos normales.


Avanzar con confianza tomar las decisiones que tienen sentido para uno, ser independiente de la opinión de los demás confiar en lo que llevas dentro, estoy aquí para esto, oigo una musiquita dentro de mí y debo dejar que salga y muchos no lo hacemos .


Cuando digo una solución espiritual para cada problema, digo, señálense a ustedes mismos, y fíjense a donde señala, al ¡CORAZON! William Shakespeare lo expreso así: “Ve a tu pecho, llama y pregúntale a tu corazón que sabe.

Para mi escuchar a nuestro corazón representa el acercamiento a la solución espiritual de todos los problemas. Fuente: Hay una solución espiritual para cada problema Dr. Wayne Dyer


Fuentes:
Video Hay una solución espiritual para cada problema Dr. Wayne Dyer
Texto La práctica de la Inteligencia emocional Daniel Goleman







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