Hoy al salir a comprar la barra de pan para mi comida, fui a la misma tienda del barrio que de costumbre, pero hoy fue diferente mi visita alli, antes de salir de mi casa, llevé lo justo para mi barra, y aproveché para deshaserme de la calderilla(moneda pequeña) y cuando me acerqué para pagarle al dependiente, se lo puse en el mostrador, él, no contó lo que le llevé, le dije, no lo vas a contar? me dijo, no hace falta.
Le agradecí,y me fui con mi barra bajo el brazo, pero me emocioné tanto, que en el camino iba hablando conmigo misma, ha confiado en mi, a qué huele mi barra de pan(me puse a olerla), y mientras subía las escaleras de mi casa, terminé mi reflexión : las personas son las que hacen que nuestro mundo sea mejor.
Entonces empecé a agradecer también por tener familia,hija, amigas, y amigos.
Y ahora estoy haciendo una de las cosas que más me gustan, que es ¡comunicarme!
Gracias por vuestra lectura atenta amigos.
2 comentarios:
Qué instante tan bonito el del panadero confiando en ti. Y a lo largo del día, si estamos atentos, suele haber momentos de este tipo.
Sugiero una pràctica que a mi me va muy bien. Muchas noches antes de dormirme intento seleccionar y recordar tres momentos bonitos del día. Es una especie de mindfulness retrospectiva.
Ahora voy a buscarme mis momentos bonitos del dia, gracias por tu excelente aportación.
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