miércoles, 6 de marzo de 2013

Saber desconectar



"Hay que buscar formas para que todos nos desarrollemos como completos seres humanos. Hay que buscar el desarrollo de nuestro potencial sin ser cautivos de esa inmersión. La tecnología debe considerarse algo cómodo, útil, que nos permita mejorar nuestra vida. Pero nunca debe utilizarse para capturarnos" (Edward Osborne Wilson Entomólogo-sociólogo norteamericano-Entrevista magazinedigital.com/ ciencia 31/7/11)

Saber desconectar

Contestar una llamada de voz al tiempo que se reciben cinco correos electrónicos, una nueva notificación en Facebook y dos avisos de mensajería instantánea en Whatsapp es habitual para quien posee un smartphone. Gracias a estos teléfonos inteligentes, el fenómeno de la conectividad ya no se asocia sólo al uso del ordenador, sino a cualquier momento y lugar. Su empleo crece sin parar; su cuota de implantación en España (el porcentaje de usuarios de móvil con un teléfono inteligente) supera el 60%.

Los problemas de concentración y el estrés generado por el bombardeo informativo pueden evitarse, además de creando unos hábitos de conducta como recomienda el tecnólogo, con autodisciplina. “Si una persona necesita para poder dormir un alto grado de relajación, debe apagar el móvil para evitar la alerta –comenta Echeburúa–; lo mismo en el trabajo, es recomendable silenciar el móvil para evitar desconcentrarnos”.

Es imprescindible saber desconectar del smartphone. No obstante, tanto psicólogos como tecnólogos confían en que sea la propia evolución tecnológica quien inculque los hábitos de conducta en la sociedad. “Los usos y las costumbres se desarrollan a medida que las personas interactúan con una nueva tecnología”, explica Dans. “Las personas que no se enteren de nada al atender el smartphone y otra tarea a la vez irán dejando de hacerlo”, asegura. “Hay que confiar en la coevolución tecnológica”.

Autodisciplina, la clave

*Establecer normas y pautas de uso del smartphone es una medida óptima para evitar la hiperconectividad al teléfono.
*Silenciar el teléfono. No dejarlo activo en todo momento. Imponerse el acceder a los mensajes solamente en algunas horas determinadas del día.
*Desactivarlo una hora antes de acostarse para alcanzar los niveles necesarios de relajación para dormir y garantizar que no interrumpa el sueño.
*Distinguir si las informaciones que llegan al teléfono son urgentes, importantes u ociosas.
*En vacaciones, desconectar la tarifa de datos del smartphone para disfrutar plenamente del tiempo libre.
*En momentos de interacción cara a cara con otras personas, no prestar atención a los mensajes que llegan al teléfono, sino a la persona con la que se dialoga.
* No esperar una respuesta inmediata siempre de la persona a la que se ha enviado un mensaje.

Fuente: magazinedigital.com/salud-psicologia 20/1/13

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