"Hay que buscar formas para que todos nos desarrollemos como
completos seres humanos. Hay que buscar el desarrollo de nuestro potencial sin
ser cautivos de esa inmersión. La tecnología debe considerarse algo cómodo,
útil, que nos permita mejorar nuestra vida. Pero nunca debe utilizarse para capturarnos" (Edward Osborne Wilson Entomólogo-sociólogo norteamericano-Entrevista
magazinedigital.com/ ciencia 31/7/11)
Saber desconectar
Contestar una llamada de voz al tiempo que se reciben cinco
correos electrónicos, una nueva notificación en Facebook y dos avisos de
mensajería instantánea en Whatsapp es habitual para quien posee un smartphone.
Gracias a estos teléfonos inteligentes, el fenómeno de la conectividad ya no se
asocia sólo al uso del ordenador, sino a cualquier momento y lugar. Su empleo
crece sin parar; su cuota de implantación en España (el porcentaje de usuarios
de móvil con un teléfono inteligente) supera el 60%.
Los problemas de concentración y el estrés generado por el
bombardeo informativo pueden evitarse, además de creando unos hábitos de
conducta como recomienda el tecnólogo, con autodisciplina. “Si una persona
necesita para poder dormir un alto grado de relajación, debe apagar el móvil
para evitar la alerta –comenta Echeburúa–; lo mismo en el trabajo, es
recomendable silenciar el móvil para evitar desconcentrarnos”.
Es imprescindible saber desconectar del smartphone. No
obstante, tanto psicólogos como tecnólogos confían en que sea la propia
evolución tecnológica quien inculque los hábitos de conducta en la sociedad.
“Los usos y las costumbres se desarrollan a medida que las personas interactúan
con una nueva tecnología”, explica Dans. “Las personas que no se enteren de
nada al atender el smartphone y otra tarea a la vez irán dejando de hacerlo”,
asegura. “Hay que confiar en la coevolución tecnológica”.
Autodisciplina, la clave
*Establecer normas y pautas de uso del smartphone es una
medida óptima para evitar la hiperconectividad al teléfono.
*Silenciar el teléfono. No dejarlo activo en todo momento.
Imponerse el acceder a los mensajes solamente en algunas horas determinadas del
día.
*Desactivarlo una hora antes de acostarse para alcanzar los
niveles necesarios de relajación para dormir y garantizar que no interrumpa el
sueño.
*Distinguir si las informaciones que llegan al teléfono son
urgentes, importantes u ociosas.
*En vacaciones, desconectar la tarifa de datos del
smartphone para disfrutar plenamente del tiempo libre.
*En momentos de interacción cara a cara con otras personas,
no prestar atención a los mensajes que llegan al teléfono, sino a la persona
con la que se dialoga.
* No esperar una respuesta inmediata siempre de la persona a
la que se ha enviado un mensaje.
Fuente: magazinedigital.com/salud-psicologia 20/1/13
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