Amigos me he permitido traducir el texto publicado por Annie
Marquier en su página en relación a los últimos acontecimientos acaecidos en
Paris y Beirut, como digo he traducido el texto pero ayudada por Google y
haciendo arreglos en la traducción, ya que no es exacta, pero me valgo de mis
pocos conocimientos en la materia en la que se expresa Annie Marquier, para
poder hacerles llegar su mensaje en castellano:
París, salir del ciclo de la violencia! La elección está en
nuestras manos...
El mundo ha sido sacudido
por esta doble tragedia, París y Beirut, y toda nuestra compasión va a las
familias de las víctimas. Sin embargo, estos acontecimientos no son más que la
expresión del estado de violencia y de injusticias diarias del mundo en el que
vivimos actualmente. Emergen brutalmente de una situación mucho más fundamental
que nos afecta a todos, donde estemos. Porque, si reaccionamos a estos eventos,
qué pasa de esos niños que mueren de hambre? (un cada 5 SEGUNDOS) mientras que
los banqueros de la bolsa de Chicago hacen varios millones de dólares de
ganancias por semana especular Sobre los
precios de los alimentos? Qué pasa de todos aquellos que se hacen explotar,
violar, bombardear cada día (Yemen, Siria, Irak, Palestina, Afganistán, África?
Etc.). Tenemos miles de otros ejemplos de violencia todos los días, de la
injusticia, de la hipocresía y la incoherencia de nuestro mundo actual. Si nos
indignamos y nos ponemos de luto por las
víctimas de estos dos ataques, nosotros podemos también indignarnos y llorar todos
los días por las víctimas de la organización terriblemente injusta y decadente
de nuestras sociedades actuales, cualesquiera que sean, porque ahora todo está
conectado.
Pero si la indignación nos ayuda a salir de la indiferencia -
lo que ya es una buena cosa - también hay otra cosa que hacer. Porque tenemos
el poder de cambiar esta terrible realidad. En primer lugar reconociendo que
reside profundamente en el interior de cada uno de nosotros una fuerza positiva
de luz extremadamente poderosa y portadora de una potencia creativa
excepcional. Esta fuerza puerta de las más altas vibraciones de la fraternidad,
del respeto, de la sabiduría, la compasión, de la acción justa, de la
inteligencia y de todos los valores de lo bueno y del bien. Ella es parte de un
estado de conciencia con un tipo de vibración de alto nivel que, rechazado
durante mucho tiempo como no siendo que una creencia, es reconocido ahora por
la ciencia.
Para tener acceso a este estado de conciencia, es necesario
practicar un cierto grado de control emocional y mental. Ante tales
acontecimientos, se tratará de mantener la calma y centrado, se rechazará de
caer en la ira, la separación o el miedo. Por contra, pensaremos, se utilizará
el poder de nuestro pensamiento y de nuestra intuición, la sabiduría de nuestro
corazón, en la serenidad. La ocasión es propicia para practicar concretamente
un nivel de conciencia superior, con todo el poder creador que esto conlleva.
Para cambiar las cosas, se nos ha enseñado a funcionar a partir de acciones exteriores más o menos
justas. Es el tiempo ahora de descubrir otro poder, doble, que poseemos: por
una parte el poder de elegir nuestras reacciones emocionales y mentales, y por
otra parte el poder de creación de la luz que llevamos dentro de nosotros. Si nos
ponemos juntos en esta radiación, alineados serenamente pero poderosamente para
crear la paz y la unidad, somos capaces de generar los acontecimientos
positivos más allá de nuestras expectativas y que nos sorprenderán por su
exactitud y su eficacia.
Él ya ha sido demostrado científicamente que un gran grupo de
personas que meditan, es decir, que alinean la potencia de su pensamiento
juntos, pueden cambiar el curso de las cosas.
Porque finalmente este acontecimiento trágico ofrece dos
posibilidades:
- o nos haga cambiar emocionalmente en el miedo, la ira, la
separación y todo un arsenal de emociones, pensando que tenemos razón. Es
entonces cuando se reduce nuestra tasa vibratoria y perdemos nuestro poder. En
este caso, no hace más que alimentar a un estado vibratorio muy bajo de la
conciencia a nivel colectivo y alimentar a los que llevan el mal, sean quienes
sean, dondequiera que estén. Nuestras vibraciones bajas entrarán en resonancia
con los suyos y así se perpetúa la violencia. Esto es una ley energética real.
Así es como ha funcionado el mundo hasta ahora.
- Ya sea para empujarnos a reconocer y utilizar nuestro poder
energético de compasión, de inteligencia, de fraternidad y solidaridad que
resulte ser más fuerte que todas estas provocaciones de bajo nivel, y dará de
comer todos aquellos y aquellas que trabajan en el mundo para el Verdadero bien
de todos (dondequiera que estén y no importa lo que hagan). Así es que pueden
desarrollarse plenamente la paz, la bondad y la luz.
Estos eventos pueden ser considerados como una prueba
ofrecida a la humanidad para hacer la elección entre dos estados de conciencia,
entre la sombra y la luz.
Y si elegimos la luz, ponemos también en acción todas las
fuerzas del bien que existen en el universo. No estamos solos. Estamos rodeados
de fuerzas de bien que, también, vibran en un nivel superior. Es radiante
nuestra luz en la calma, con una intención serena y poderosa de hacer el bien y
el bien en el seno de la humanidad, activamos todas estas fuerzas positivas que
automáticamente trabajan con nosotros. Porque es la misma luz que existe en
todas partes, en el interior de nosotros como en el exterior.
En la calma interior y la certeza de la potencia creativa de
nuestra propia luz, si somos bastantes, podemos erradicar la fuente del mal en
nuestro mundo, nada menos....
Unidos todos muy fuerte en esta luz. Las acciones exteriores
justas, poderosas, originales y eficaces
se derivarán naturalmente. Entonces podremos celebrar la vida con toda
libertad en todo el mundo con todos nuestros hermanos y hermanas los seres
humanos.
Annie Marquier
Te invitamos a participar en la meditación mundial por la paz
que reúne a numerosos grupos por el
mundo que tendrá lugar el 21 de noviembre a 21 h12 hora de París, 15 h12 hora
de Quebec.
Texto original en Francés de la página de Facebook de Annie Marquier:
Paris, sortir du cycle de la violence! Le choix est entre nos
mains...
Le monde est encore secoué par cette double tragédie, Paris
et Beyrouth, et toute notre compassion va aux familles des victimes. Pourtant
ces événements ne sont que l’expression de l’état de violences et d’injustices
quotidiennes du monde dans lequel nous vivons actuellement. Ils
émergent brutalement d’une situation beaucoup plus fondamentale qui nous
concerne tous, où que nous soyons. Car, si nous réagissons à ces évènements, qu’en est-il de ces
enfants qui meurent de faim (un toutes les 5 secondes) alors que les banquiers
de la bourse de Chicago font plusieurs millions de dollars de profits par
semaine en spéculant sur les prix des denrées alimentaires? Qu’en est-il de
tous ceux qui se font exploiter, violer, bombarder chaque jour (Yémen, Syrie, Irak,
Palestine, Afghanistan, Afrique ? etc.). Nous avons des milliers d’autres
exemples de violence tous les jours, de l’injustice, de l’hypocrisie et de
l’incohérence de notre monde actuel. Si nous nous indignons et pleurons les
victimes de ces deux attaques, nous pouvons nous indigner et pleurer tous les
jours sur les victimes de l’organisation terriblement injuste et décadente de
nos sociétés actuelles, quelles qu’elles soient, car maintenant tout est relié.
Mais si l’indignation nous aide à sortir de l’indifférence -
ce qui est déjà une bonne chose - il y a aussi autre chose à faire. Car nous
avons le pouvoir de changer cette terrible réalité. Tout d’abord en
reconnaissant que réside profondément à l’intérieur de chacun de nous une force
positive de lumière extrêmement puissante et porteuse d’une puissance créatrice
exceptionnelle. Cette force porte les hautes vibrations de la fraternité, du
respect, de la sagesse, de la compassion, de l’action juste, de l’intelligence
et de toutes les valeurs de bon et de bien. Elle fait partie d’un état de
conscience possédant un taux vibratoire de haut niveau qui, longtemps rejeté
comme n’étant qu’une croyance, est reconnu maintenant par la science .
Pour avoir accès à cet état de conscience, il est nécessaire
de pratiquer un certain degré de maîtrise émotionnelle et mentale. Devant de
tels événements, on s’efforcera de rester calme et centré, on refusera de
tomber dans la colère, la séparation ou la peur. Par contre, on réfléchira, on
s’informera, on utilisera le pouvoir de notre pensée et de notre intuition, la
sagesse de notre cœur, dans la sérénité. L’occasion nous est donnée de
pratiquer concrètement un niveau de conscience supérieure, avec tout le pouvoir
créateur que cela comporte.
Pour changer
les choses, on nous a appris à ne fonctionner qu’à partir d’actions extérieures
plus ou moins justes. C’est le temps maintenant de découvrir un autre pouvoir,
double, que nous possédons : d’une part le pouvoir de choisir nos réactions
émotionnelles et mentales, et d’autre part le pouvoir de création de la lumière
que nous portons en nous. Si nous nous mettons ensemble dans ce rayonnement,
alignés sereinement mais puissamment pour créer la paix et l’unité, nous sommes
capables de générer des événements positifs au-delà de nos espérances et qui
nous surprendront par leur justesse et leur efficacité. Il a d’ailleurs déjà
été démontré scientifiquement qu’un grand groupe de personnes qui méditent,
c’est-à-dire qui alignent la puissance de leur pensée ensemble, peuvent changer
le cours des choses.
Car
finalement cet événement tragique offre deux possibilités :
- soit nous
faire basculer émotionnellement dans la peur, la colère, la séparation et tout
un arsenal d’émotions, en pensant qu’on a raison. C’est alors qu’on abaisse
notre taux vibratoire et qu’on perd notre pouvoir. Dans ce cas, on ne fait que
nourrir un état vibratoire très bas de la conscience au niveau collectif et
nourrir ceux qui portent le mal, quels qu’ils soient, où qu’ils soient. Nos vibrations basses entreront en
résonnance avec les leurs et ainsi se perpétue la violence. Ceci est une loi
énergétique réelle. C’est ainsi qu’a fonctionné le monde jusqu’à présent.
- soit pour nous pousser à reconnaître et utiliser notre
puissance énergétique de compassion, d’intelligence, de fraternité et de
solidarité qui s’avèrera être plus forte que toutes ces provocations de bas
niveau, et nourrira tous ceux et celles qui œuvrent dans le monde pour le vrai
bien de tous (où qu’ils soient et quoiqu’ils fassent). C’est ainsi que peuvent
s’épanouir pleinement la paix, la bonté et la lumière.
Ces évènements peuvent être considérés comme un test offert à
l’humanité pour faire le choix entre deux états de conscience, entre l’ombre et
la lumière.
Et si nous choisissons la lumière, nous mettons aussi en
action toutes les forces de bien qui existent dans l’univers. Nous ne sommes
pas seuls. Nous sommes entourés de forces de bien qui, elles aussi, vibrent à
un taux supérieur. En rayonnant notre lumière dans le calme, avec une intention
sereine et puissante d’apporter le bon et le bien au sein de l’humanité, nous
activons toutes ces forces positives qui automatiquement travaillent avec nous.
Car c’est la même lumière qui existe partout, à l’intérieur de nous comme à
l’extérieur.
Dans le calme intérieur et la certitude de la puissance
créatrice de notre propre lumière, si nous sommes assez nombreux, nous pouvons
déraciner la source du mal dans notre monde, rien de moins….
Tenons-nous
ensemble très fort dans cette lumière. Les actions extérieures justes,
puissantes, originales et efficaces en découleront naturellement. Nous pourrons
alors célébrer la vie en toute liberté partout dans le monde avec tous nos
frères et sœurs les êtres humains.
Annie Marquier
Nous vous invitons à participer à la méditation planétaire
pour la paix réunissant de très nombreux groupes de par le monde qui aura lieu
le 21 novembre à 21h12 heure de Paris, 15h12 heure du Québec.
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