foto: Carta, Mensajes del Universo, de Annie Marquier.
Viene a mi mente las palabras de Ram Dass, en su documental en Netflix, decía que antes de su derrame cerebral estaba escribiendo un libro, al que lo titulaba Cómo te puedo ayudar, y que después de su accidente pensó, el libro ahora se debería titular, Cómo me puedes ayudar.
Y poniéndome en primera persona, como si fuera yo la que en este momento necesitase toda la ayuda, pienso con el cuerpo y el corazón, cómo o qué necesito en un momento de auxilio, y creo que es universal este sentimiento: necesitamos sentirnos amparados, protegidos, queridos, cuidados, todo esto con atención y amor, en estos tiempos donde el virus nos hace tomar distancia física para protegernos y proteger a los otros, cómo se puede conseguir este sentimiento o mejor dicho transmitirlo, pienso que la presencia activa hacia nuestro entorno cercano, que ya sabemos que nuestras ondas energéticas de amor, tienen un alcance de unos 2 metros aproximadamente o un poco más, entre cuerpo y cuerpo. Porque lo que estamos viendo es que en el caso de los adultos mayores que se han salvado del virus, se han quedado solos, aislados, y eso también los está matando lentamente.
Por lo que si ya de por si nuestro cuerpo energético puede emanar amor, calma, eso lo sentirá nuestro entorno más cercano. Y es muy seguro que podremos ayudar a sanar a las personas cercanas.
Luego también está, el que uno debe cuidarse para poder cuidar, uno debe amarse para poder amar, en medio de todo este caos, sanitario, politico, social, y económico, donde todos nos hemos visto arrastrados, cómo mantener la calma, el amor, la cordura, la esperanza? Como decia Claudio Naranjo, ocúpate del reino del corazón y lo demás vendrá por añadidura. Primero me ocupo de cuidarme y amarme a mi, para con calma, serenidad, y amor, poder ser la mano que ayude a mi hermano.
Deseo que al leerme te encuentres bien, y si no, un poco mejor, yo ya lo estoy.
Con amor,
Maria Helena
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