martes, 26 de mayo de 2020

Transformación



Cuando leía, " si tú cambias todo cambia" (Louise Hay), no tenia en mis células incorporadas la dimensión y profundidad de estas palabras. Hoy puedo decir con confianza y convencimiento, que ahora lo sé, porque se han hecho carne en mi.

Empecé a modificar o cambiar en mi lo que a mi juicio eran mis puntos débiles, como por ejemplo, ser más sociable, ser más humilde o mejor dicho, ser humilde, o lo eres o no lo eres, aquí no creo que hayan términos medios. Yo era de las personas que no pedía ayuda, todo lo podía, eso pensaba hasta hace 2 meses.

Dos meses he necesitado para cambiar determinados pensamientos, comportamientos,  y sentimientos, y por lo tanto estos tres aspectos traerán sus efectos a corto, medio y largo plazo. Para mejor siempre.

En todo momento me ha acompañado la práctica de la atención plena, unos días medito más que otros, pero no dejo de hacerlo, aunque también hay días en los que no logro concentrarme correctamente, pero insisto, insisto e insisto. 

La compañía de mis madre y de mi hija, por teléfono mi padre y familiares y amigos, han sido mi otra parte de ayuda. Sin el apoyo de ellos, no estaría sentada aquí. La relación con los otros es lo más difícil del mundo, y hay que trabajarla, cuidarla, no te creas lo que tu mente pensante te dice, lo que los juicios te dicen sobre los otros, primero confía , ábrete a los demás de corazón, y si no resulta y te fallan, envíales tu compasión, no saben lo beneficioso que es amar, y confiar. Y sigue, no estás solo, eres tú el que se aleja(me pasaba a mi), se siente mejor cuando se pide ayuda y por supuesto, se la recibe. 


Buscando ser mejor que ayer -Wayne Dyer.

Gracias Crisis.

Con amor,
Maria Helena

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