sábado, 25 de junio de 2016

La música interior - Claudio Naranjo

En la penúltima melodía(adjunta) del libro, La música interior de Claudio Naranjo, dice que: la música en vez de servir para compensar nuestra vida superficial, a manera de sustituto de nuestro propio sentir, sirva para la recuperación de nuestro propio sentir. ¿Bonito no?

He leído, y escuchado cada una de las melodías del libro, y practicado sus ejercicios, sabiendo que lo había escrito un maestro espiritual(al que admiro) y queriendo y buscando descubrir cosas nuevas, avanzar en este camino de auto-conocimiento no sólo centrándome en una práctica como la atención plena, sino probando otras formas para llegar a ese mismo fin.

No no yo no sé de música, lo que si he notado que ha sido necesario para arriesgarse a leer este libro ha sido apertura del corazón, creatividad, volverse el personaje del libro, y repetición, repetición, repetición .

En estos meses de lectura del libro hubieron días que las lágrimas se me salían de la emoción, y con esta melodía ya no he podido dejar de sentir esa Felicidad de sentirse plena, que es la que se aspira con la escucha de la misma.

Claudio Naranjo busca con este libro curar por el amor, dice : La salud mental es un estado feliz y amoroso. Nos enseña paso a paso a ver en nuestro interior, también nos enseña los tres tipos diferentes de amor(instintivo, emocional, e intelectual)y a través de la música y los ejercicios vamos aprendiendo o como dice él al final "recuperar nuestro propio sentir, que seria lo mismo que reconocernos que ya somos amor". Pero lo hace a través de la música clásica que es la que nos eleva o nos acerca a las emociones superiores.




Transcribo el ejercicio que plantea para sacar el mejor provecho de esta melodía :

Invito a mis lectores a entregarse lo máximo posible a la emoción musical, intentando SER la música.
Después, abriendo los ojos, los invito a que se permitan encarnar más la emoción de la música en el propio rostro(se refiere a que nos observemos en un espejo). Si se vive plenamente esta música que es como la recuperación del paraíso perdido, no es natural que se permanezca sin sonreír, por lo que los invito a que se pongan ante el propio reflejo como un amante extático, tal vez imaginándose también como si fuese del sexo opuesto(así como en la lectura de ficción nos podemos identificar con personajes de cualquier sexo). Intensificaremos tanto el amor a la belleza como el deleite de la belleza sonora y por último intentaremos, como en el ejercicio anterior, irradiar nuestro goce de la belleza musical a través de la mirada, como para infundirla en el ser que tenemos ante nosotros- y así contrarrestar algo del espíritu represivo de la cultura en que nos movemos, que nos ha enseñado a ocultar el gozo hasta sepultar la espontaneidad de nuestro niño interior.( pág. 297-298):



Algunos párrafos del libro

El fenómeno del genio es algo que yace en una dimensión completamente diferente del talento(que es pura habilidad especifica), y al hablar de Beethoven decía Goethe que era como una " fuerza de la naturaleza"; por otra parte, decía Beethoven de si mismo( a través de Bettina Brentano, según carta de esta a Goethe) que se consideraba el hombre más cercano a Dios en su época. Y pienso que eso que sentimos como una grandeza en los genios les viene de un desarrollo extraordinario de la conciencia, que va más allá de su arte especifico.(pág. 164).

" Cuando pienso que Beethoven está muerto y tantos cretinos viven" (Eric-Emmanuel Schmitt, autor de la obra teatral kiki van Beethoven) (pág. 165).

Se sabe que Beethoven concebía la música como una "comunicación de corazón a corazón" y que le decepcionaba que las personas solo la gozaran o lloraran sin llegar a recibirla con suficiente profundidad como para ser transformados por ella. (pág.165).

El objetivo no es cambiar la condición humana haciéndose inmortal, omnisciente y todopoderoso, sino habitar la condición humana. Para llegar a ello debemos aceptar nuestra fragilidad, nuestras flaquezas, nuestros tormentos, nuestra perplejidad, despojarnos de la ilusión de saber, hacer el duelo de la verdad, reconocer al otro como hermano en cuestionamiento y en ignorancia ( pág. 167).

El guionista del filme Copiando a Beethoven le atribuye las palabras "Dios y yo trabajamos espalda contra espalda"- afirmación que parecería arrogante, pero que se puede comprender como la expresión de un estado espiritual particular, poco conocido en la cultura cristiana, de uno en quien la relación con lo divino no es la del hijo obediente con el padre. ( pág. 231).

Se debe pasar por la vía iluminativa, y luego por la noche oscura del alma, antes de alcanzar la fase unitiva del camino (pág. 246).


Sobre el libro La música interior



Deseo sea de utilidad amigos,

María Helena




Fuentes : 

Libro La Música interior
Canal en youtube Ediciones La llave

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