La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones ( Schopenhauer).
Un 81% de la población ha modificado sus hábitos de consumo intentando que el tsunami financiero les deje ( sólo) malheridos, según los datos de un informe del 2012(Nielsen). Y mientras el mercado inmobiliario se
hunde más de un 30% , el automovilistico, más de un 50%, desaparecen casi tres millones de lineas de móviles y descienden el consumo de juguetes(10%), de aceite de oliva(15,7%), de gasolina(6%) o el hospedaje en hoteles(8,2%). Es cierto, el sector de la perfumería y la cosmética también ha bajado, pero menos. Según datos hechos públicos por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética(Stampa) este febrero, la caída es del 7,1%. Su facturación, con todo, fue en el 2012 de unos 7.000 millones. Lo más significativo es que los productos relacionados con el cuidado de la piel y el rostro, con el cabello o con la higiene bucodental, apenas han visto descender sus ventas un 1%. Y en España ya no se habla del efecto pintalabios, sino del factor pintauñas, porque sus ventas han crecido casi un 10%. No podemos evitar, por lo que parece que la crisis nos deje pelados nuestros bolsillos, pero , pese a todo hemos decidido poner buena cara al mal tiempo y cuidarnos.
Carmen Navarro, directora de los centros que llevan su nombre y autora del libro La belleza inteligente(Planeta), añade: " Puedo decir que los tratamientos de belleza y otros que proporcionan bienestar, son muy importantes, porque cuidarse y sentirse bien nos ayuda a seguir adelante"
La cosmética nos ayuda a reforzar esa buena imagen a través de la mejora del aspecto de nuestra piel, del peinado y el cuidado del cabello, así como del maquillaje. Incrementa y refuerza la autoestima, realizando la
misma función que las fragancias cuando nos encontramos en relaciones personales y de corta distancia. Ese aumento de la autoestima nos ayuda a manifestar mejor nuestros valores personales y profesionales.
Algunos especialistas consideran que cuidarse en tiempos difíciles constituye un mecanismo de defensa, un remedio casero que ayuda a olvidar o relativizar las dificultades. Es una respuesta, quizás ingenua, ante las agresiones que llegan de un entorno poco amigable. Está demostrado que encontrarse bien, y que ello se refleje en la imagen, ayuda a enfrentar los problemas con más confianza y autoestima.
Que la belleza interior es lo que importa es una frase que encuentro muy apañada, apunta la psicóloga Raquel Buznego, pero no es una verdad universal. Porque esa tan venerada belleza interior no se palpa o siente y ni siquiera se estima cuando vas con ella a una entrevista de trabajo. Negar esto es negar la realidad y si negamos la realidad estamos abocados al fracaso. Está estudiado que una persona con buena imagen es
más creíble.
Los guapos viven mejor
Según los economistas Daniel Hamermesh, de la Universidad de Texas y Jeff Biddle de la de Michigan, las personas que responden a los cánones de belleza establecidos se emparejan con personas con mayor estatus social, lo tienen más fácil a la hora de conseguir un crédito y ganan hasta un 15% más que el resto. Una cifra que un grupo de investigadores de la Universidad de California ha establecido en un 12%, además
de concluir que son trabajadores mejor considerados por sus jefes y reciben mejor trato de sus compañeros.
La imagen es nuestra tarjeta de visita. Se cuidan los que trabajan y los que no trabajan , porque hay mucha competencia. Dar buena imagen transmite una energía positiva. Una persona que no se siente bien consigo misma no puede transmitir nada bueno,. Es fundamental sentirse bien. Si te abandonas, cada vez te deprimes más.
"Lo admirable es que el ser humano siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil " ( Ernesto Sabato )
Fuente : ES la Vanguardia Número 291 " Belleza contra la crisis", 27/4/13
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