Los estudios sobre cooperación permiten analizar la empatia en el laboratorio. En este sentido, nos planteamos llevar a cabo el siguiente experimento: dos sujetos debían construir juntos una casa con piezas de lego a semejanza de un modelo previamente construido. De este modo, la cooperación, mediante la comunicación visual ( no se admitía la comunicación oral)- resutaba imprescindible para alcanzar el objetivo. Cada participante disponía de una caja con las piezas necesarias aunque no suficientes para la construcción del edificio. Es decir, para completar la casa debían utilizar piezas de ambas cajas, debían cooperar. Los participantes colocaban las piezas alternativamente: cada uno seleccionadaba una de entre sus propias fichas y se la pasaba al otro sujeto para que la colocara. Al entregar la pieza tras la selección, el probando debia mirar a la otra persona a los ojos con el fin de que asintiera con la mirada y permitiese el movimiento, asegurándose de que emplazaba el bloque en el lugar correspondiente.
Con el fin de controlar el efecto de la cooperación, se manipuló el resultado de la tarea. Después de la prueba se informaba a los participantes sobre el resultado, si había sido positivo o negativo, a pesar de que los investigadores indicaran al inicio que los criterios seguidos para la evaluación serían la calidad de la construcción(semejanza con el modelo) y los errores en la colocación de las fichas. Antes, durante y tras la finalización de la tarea se evaluaron los niveles hormonales de cortisol, la frecuencia cardíaca y la actividad electrodérmica de los probandos.
Todos los participantes manifestaron un ligero incremento del cortisol al finalizar la labor, además de una disminución progresiva conforme trancurría el tiempo. Por otro lado, mientras que el grupo que obtuvo un resultado positivo de su cooperación mostraba una disminución de la respuesta del cortisol tras finalizar la tarea, la pareja con un resultado negativo la incrementó. Del mismo modo, se produjo un aumento en la activación del sistema nervioso autonomo de los probandos al cooperar, efecto que se plasmó en las variaciones de frecuencia cardíaca y actividad electrodérmica(indicador indirecto de emocionalidad). Todo ello indica que la cooperación-empatía provoca cambios fisiológicos a diversos niveles y se modula según el resultado obtenido en la misma. Asi, un resultado negativo tras una cooperación podría producir efectos similares a los de un acontecimiento estresante o adverso para una persona. Por tanto, el hecho de ser empático no sólo resulta importante en el ámbito social, sino que también produce consecuencias determinadas en nuestra respuesta biológica.
Cortisol: hormona que se libera como respuesta al estres.
fuente: Mente y Cerebro, No.47, 2011
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